A veces, la forma en la que nuestros dientes encajan o la estructura de nuestro rostro puede afectar mucho más que solo la estética. Puede influir en cómo comemos, cómo hablamos o incluso cómo respiramos. Si alguna vez has sentido que algo en tu mandíbula “no encaja bien”, puede que la cirugía ortognática sea una opción que te devuelva el confort, la funcionalidad y la confianza.
¿Qué es la cirugía ortognática?
La cirugía ortognática es un tratamiento que corrige los desequilibrios entre el maxilar superior y la mandíbula. En otras palabras, se encarga de alinear los huesos faciales para que puedas masticar, hablar, respirar e incluso sonreír con naturalidad.
No se trata solo de una cuestión estética (aunque el cambio en el rostro puede ser muy significativo), sino de una intervención que mejora tu salud y calidad de vida.
¿Cómo saber si la necesitas?
Algunos signos que pueden indicar que necesitas este tipo de cirugía son:
- Problemas para cerrar bien la boca o para masticar.
- Dolor o ruidos en la articulación de la mandíbula.
- Dificultad para respirar correctamente al dormir.
- Mordida cruzada, abierta o sobremordida pronunciada.
- Sensación de que tu mandíbula está “fuera de lugar”.
- Desarmonía facial: cuando el mentón está muy adelantado o retrasado respecto al resto del rostro.
Estas alteraciones pueden deberse a un crecimiento desigual de los huesos faciales o a un traumatismo. En muchos casos, las personas se adaptan sin darse cuenta, pero con el tiempo pueden aparecer molestias, desgaste dental o problemas más complejos.
Un tratamiento en equipo
La cirugía ortognática no es un proceso aislado. Involucra un trabajo conjunto entre el ortodoncista, que prepara la posición de los dientes, y el cirujano maxilofacial, que realiza la intervención.
En Clínica Bustillo & López te acompañamos durante todo el proceso. Desde el diagnóstico inicial con estudios avanzados y simulaciones digitales, hasta la recuperación, guiada por profesionales con experiencia y un trato humano.
Más que una cirugía, un cambio de vida
Muchos pacientes nos cuentan que, después de la intervención, no solo comen y respiran mejor, sino que también se sienten más seguros, sonríen con más ganas y se miran al espejo con otra actitud.
Porque al final, la cirugía ortognática no es solo una operación: es una forma de alinear tu salud, tu bienestar y tu autoestima.
